...

Porque todos venimos de fábrica con un pequeño desequilibrio…

martes, 24 de agosto de 2010

I.- Se lo agradezco, pero ¿qué puedo hacer yo? La más torpe, la última. Estoy cansada de oírlo cientos de veces en el taller. ¡ No sirvo para nada!
M.- Primero crea que sirve, y luego servirá. Y no piense que hacen falta grandes cosas; ya ha visto que, a veces, basta un simple ramo de rosas para salvar una vida. Usted, por lo pronto, tiene una sonrisa encantadora.
I.- Gracias, muy amable.
M.- Cuidado, entendámonos: no es una galantería, es una definición. Le estoy hablando como director, y mi deber es convertir esa sonrisa, que no es más que encantadora, en una sonrisa útil.
I.- ¿Cree que una sonrisa puede valer algo?
M.- Quién sabe. ¿Ha pasado alguna vez por detrás de la cárcel?
I.- ¿Para qué? Es una baldío triste, lleno de hierro viejo y basura.
M.- Pero sobre ese baldío hay una reja, y aferrado a esa reja un hombre siempre solo, sin más que ese paisaje sucio delante de los ojos. Pase usted por allí mañana al mediodía, mire hacia la reja, y sonría. Nada más. Al día siguiente, vuelva a pasar a la misma hora. Y al otro, y al otro…
I.- No comprendo.
M.- La peor angustia de la cárcel es el vació, que hace inacabable el tiempo. Cuando ese hombre vea que el milagro se repite, hasta las noches les serán más cortas, pensando: “mañana, al mediodía…”


Alejandro Casona. Los árboles mueren de pie. Escena 17

martes, 10 de agosto de 2010

Fly Away II

y cuando no se que hacer, me gusta hacer esto...









Hoy les regalo algunas de mis fotos

Buen martes para todos!!












martes, 3 de agosto de 2010

Memorex

[…] Todos tenemos una memoria fotográfica, pero nos pasamos la vida aprendiendo a olvidar...

Capitulo III, Fuego brillante. Fahrenheit 451. Ray Bradbury
...Y hablando de olvidar, no puedo acordarme que soñe grrr