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Porque todos venimos de fábrica con un pequeño desequilibrio…

martes, 29 de junio de 2010

Maldita Tv...

Después de un fin de semana en el que se tocó mucho ese famoso tema " la sociedad de hoy" quería compartirles este fragmento...



[…]
- Pero disponemos de muchas horas libres.
- Horas libres, sí. ¿Pero tiempo para pensar? Cuando no conducen a ciento cincuenta kilómetros por hora, y entonces no se puede pensar en otra cosa que en el peligro, se entretienen con algún juego, o en una sala donde no es posible discutir con el televisor de cuatro paredes. ¿Por qué? El televisor es real. Es algo inmediato, tiene dimensiones. Le dice a uno lo que debe pensar, y de un modo contundente. Ha de tener razón. Parece tener razón. Lo arrastra a uno con tanta rapidez a sus propias conclusiones que no hay tiempo de protestar,
o decir “¡Qué tontería!”
- Sólo la “familia” es “gente”
- ¿Cómo dice?
- Mi mujer dice que los libros no son “reales”.
- Gracias a Dios. Uno puede cerrarlos, decir “Espérate aquí un momento”. Uno se siente Dios con los libros. ¿Pero quién ha escapado a esas garras que se apoderan de uno en el mismo instante en que se enciende la televisión? Le dan a uno la forma que quieren.
Capitulo II, El tamiz y la arena. Fahrenheit 451. Ray Bradbury

martes, 22 de junio de 2010

volver...



El domingo volvemos a estar ahí, rodeados de familia, amigos, fernet y acompañando mucho mas de cerca a la Selección…


Hoy gritar los goles sola me hizo extrañar un poco…









viernes, 18 de junio de 2010

Home Sweet Home

A penas abrió la puerta, no pude seguir escuchando sus explicaciones. Me detuve en cada uno de los rincones, como un perro que va olfateando y buscando el lugar perfecto para su tesoro…
Sus paredes tenían algo que me atraía, y mis manos no resistieron la tentación de pasearse sobre ellas.
Lo que mas me impresionó fue que mientras recorría las habitaciones vacías podía escuchar el eco de nuestras futuras risas, podía vernos ahí tirados en el sillón con un buen vaso de fernet como el que cada sábado nos gusta compartir mientras miramos una peli. Pude sentir su respiración, sobre esa cama imaginaria ,que mi cabeza ya se había encargado de ubicar y pude verme, cerrando los ojos, respirando su aire, quedándome dormida y despertando un nuevo día junto a él.
Salí del edificio con una ansiedad que me oprimía el pecho, le mande un mensaje y en cuanto me llamo le pase el número de la inmobiliaria.
Concordó una cita para el día siguiente, y fuimos juntos a verlo una vez más.
Volví a entrar por esa puerta y la misma sensación del día anterior me cayó encima, y me sentí feliz. Es esa la palabra y no hay otra que describa mejor mi estado de ese momento. Él me miró a los ojos como cada vez que tiene algo importante para decirme, y con la tranquilidad que lo caracteriza me pregunto: ¿Te ves viviendo acá amor?.. Como era de esperar, mis ojos se llenaron de lagrimas (maldita sensibilidad extrema) y solo atiné a mover la cabeza de arriba hacia abajo una y otra vez, aferrarme fuerte a su cuello y a cerrar la respuesta con un te amo…


Hoy quise dejar un poquito de lado el futbol, la locura del mundial, los cantitos populares y el ruido de las cornetas para compartir con ustedes todo esto que me paso ayer, porque fue más que elegir un depto, fue más que ver ubicaciones, fue mas que buscar día tras día nuevas inmobiliarias, fue sentir que estaba dentro de NUESTRA futura casa, de ese lugar que vamos a construir uno al lado del otro, para seguir creciendo, para seguir aprendiendo, juntos. Fue poder encontrar ese lugar para los dos, lejos de nuestro país, lejos de la gente que nos quiere, que nos extraña, y poder seguir avanzando como dos personas que hace ya un tiempo largo decidieron convertirse en una sola…
Fue volver a sentir una vez más, que Él es la mejor decisión de mi vida, lo mejor que pudo pasarme, y a quien amo con todas mis fuerzas cada día más..



Hoy rompo la promesa que hice de intentar no traer mi estado híper cursi a los renglones de este blog,
pero mi sonrisa desborda y quiero contárselo por acá también...
Te amo mi nene

martes, 15 de junio de 2010

Ella...

Se abrió la puerta y ahí estaba. Con la mirada firme hacia delante empezó a caminar, arrastrando con ella todos aquellos gritos de admiración que inundaban el espacio.
Sin embargo mientras mis ojos se clavaban en su brillo, esa remota, pero verdadera sensación de que su caminar era para mi, empezó a crecer con cada paso un poco más.
Ese pequeño e ínfimo camino tomo control del tiempo, y le cedió el paso en cámara lenta.
Yo seguía inmóvil, sin poder mover ni siquiera los dedos de mis manos, con los huesos entumecidos por el más fuerte de los escalofríos y sin embargo sintiendo ese calor que me brindaba su propio sol y que a pesar de la distancia me hacia sentir pegado a ella como almas gemelas.
De repente, como el viento que llega anunciando el otoño, una ráfaga sacudió su piel de fina tela. Mi garganta de abrió y junto a miles y millones de argentinos entoné el himno nacional Argentino…







Nos quieren dejar sin poder cantar y nosotros, cantamos igual...

domingo, 6 de junio de 2010

Ya viene... ya llega....

Y aquí estamos, con el domingo casi terminando y la semana mas esperada por... se podría decir TODOS, por llegar.
Así es gente! a preparar las cervezas y el quesito, o quizás mejor, el café con leche y las medialunas que llega el mundial!!
Y para ir entrando en tema les dejo algunas de las publicidades de Quilmes que más me gustaron de estos últimos mundiales, al menos, de los que yo recuerdo...

98

2002

2006

2010

Y a madrugar no mas... que dicen que al que madruga, el de arriba lo ayuda...

martes, 1 de junio de 2010

Esos días...

Apretó fuerte sus ojos. Con esa fuerza desmedida, que lastima, que convierte la oscuridad de la vista en franjas de colores rojizos y anaranjados.
Tragó la poca saliva que sentía en su boca seca y respiró hondo. Sus ojos se abrieron y en un segundo dejaron al descubierto cada una de las líneas que permitían calcular su edad.
Mi cuerpo yacía enfrentado a su alma, la miré fijo y pude ver lo que en años había sido una simple sospecha, el peso de la paciencia, y el dolor, causa de palabras usadas como navajas que quedan aferradas al corazón.
Guardó su celular en la cartera, y con él su ira, sus ganas de hablar, que una vez más quedaban enterradas detrás de un cierre. Por un segundo nuestros pasos no pertenecieron al mismo mundo, los suyos estaban en otro tiempo, en otro lugar, quizás también guardados en la oscuridad.
Al pasar el cuarto pasillo intentó mirarme, y digo “intentó” porque sus ojos nunca encontraron los míos, se posaron en ese horizonte imaginario, lejano e invisible a cualquier persona ajena a él. En voz baja y somnolienta quiso justificar su silencio y esas palabras enterradas, pero el ruido se llevaba cada una de sus letras y las mezclaba en un torbellino sin sentido.
Al instante, una mueca salió del carrito que empujaba con sus manos, no pude ver de que estantería la tomó, si del sector de conservas o del de congelados, pero estaba hecha a su medida. Era una mueca sencilla pero completa, simple pero especial, una mueca que evolucionó y se convirtió en una sonrisa serena y madura. Enfocó, al fin, su mirada perdida en mí y dijo: - Seguramente tuvo un día complicado en el trabajo.